Se usa para decir que alguien camina lentísimo, como si le dolieran los pies o los trajera hechos polvo. Es ese compa que siempre va arrastrando las chanclas, como si el tiempo no existiera y todos tuviéramos que esperarlo. Suena medio burlón, pero también con cariño, porque todos tenemos a un amigo que siempre anda gotoso.
"Ya súbete al carro, loco, que andas bien gotoso y por tu culpa siempre llegamos tarde a las cheves y a los tacos de la esquina."