Se dice cuando alguien anda desatado, sin rumbo fijo, buscando farra, ligues y cualquier aventura que se cruce. Es como estar en modo vacaciones eternas, sin pensar mucho en las consecuencias ni en la billetera. Suena chistoso, pero a veces termina en historias épicas... o en tremendas resacas, la verdad.
"Desde que cobró el bono, el Manolo anda de vaca loca por la Mariscal, gastando todo en biela, bailando reguetón y jurando que nunca más vuelve a la oficina."