Se usa cuando alguien actúa con mucho cuidado, ya sea caminando despacito para no hacer ruido o tratando un tema delicado para no armar bronca. Es como ir con pies de plomo, pero en versión mexicana y más tierna. A veces suena dulce, a veces es pura estrategia para que no te caiga regaño.
"Desde que mi jefe anda de malas, todos en la oficina andamos de puntitas para que no nos suelte otro sermón enfrente de medio mundo."