Se usa para hablar de cuando alguien anda en modo oficinista total, atrapado en la chamba godín, con gafete, lonchera, tráfico infernal y mil juntas eternas. Es como decir que estás viviendo la rutina de oficina sin glamour alguno. Y la neta, todos hemos andado de Godínez aunque nos hagamos los muy creativos.
"Ni me invites al antro, hoy me voy a andar de Godínez todo el día, entre juntas eternas, correos pasivo agresivos y comiendo mi topper frío frente a la compu."