Apodo medio cariñoso medio puñetero para el típico cotilla profesional del pueblo, el que se entera de todo antes que nadie y va repartiendo salseo por las esquinas. Siempre sabe quién se lía con quién, quién ha cambiado de coche y hasta qué comió tu vecina ayer. Y oye, a veces viene bien tener un chiscarrajo cerca.
"Tía, ni falta hace que mires el bando, que ya ha pasado el Chiscarrajo por el bar y sabe hasta qué cura va a venir nuevo al pueblo"