Se usa para decir que alguien va rapidísimo, bien acelerado, como si trajera motor de lancha y cero ganas de frenar. Es ir a tope, haciendo mil cosas al mismo tiempo y con un chorro de energía. A veces hasta parece que el vato ni piensa, nomás se deja ir, pero la neta tiene su encanto verlos así.
"Ese morro anda a toda margarita, ya se aventó la chamba, limpió la casa y todavía quiere irse al malecón antes de que anochezca"