Se dice de alguien que va caminando rapidísimo, con una prisa un poco absurda, como si llevara las uvas de la vendimia pegadas al culo o le fueran a cerrar el bar. Es ese paso nervioso y acelerado que ves y piensas que igual no llega ni al final de la calle. Y oye, tiene su gracia verlo desde fuera.
"Tú mira al Julián, que va andar a tecla por el paseo, parece que regalan cañas en el bar de la esquina y llega tarde a la última ronda"