Se usa en Misiones para hablar de alguien que sale a caminar sin rumbo fijo, medio colgado, como dejándose llevar por donde lo lleven las patas. Va mirando el paisaje, pensando en la vida y sin apuro por llegar a ningún lado. Es como pasear por pasear, y la verdad tiene su encanto cuando no hay quilombo.
"Che, Luisito salió un rato y está andando a la oriunda por la costanera, va mirando el río, saludando a todo el mundo y ni idea tiene de a qué hora vuelve."