Expresión muy norteña para decirle a alguien que ya no pinta nada aquí y que mejor se regrese a su pueblo o a donde pertenece. Se usa en tono de burla cariñosa, como mandarlo a volar pero con sabor ranchero. A veces suena rudo, pero entre compas suele ir cargada de cotorreo y no de mala leche.
"El vato se quiso ligar a la mesera, lo batearon bien feo y todos le gritamos entre risas: ya, compa, anda pa'l rancho, aquí no traes nada"