Se usa para decirle a alguien que se tome el trago de una sola, sin parar y sin hacerse el leso. Es muy típica en asados sureños, fondas y carretes donde el frío patagón se combate con copete fuerte y risas largas. Es como un pequeño desafío amistoso, y hay que admitir que tiene su encanto peligroso.
"Oiga compadre, deje de hacerse el leso, agarre ese vaso de navegado y mándeselo al seco, que con este frío de Aysén ni la estufa se anima a prender sola."