Se usa para hablar de alguien que está buscando quilombo, calentando el ambiente o armando bardo sin que haga falta. Es como cuando uno entra tranquilo a un lugar y aparece el dramático de turno a tirar mala onda y provocar. Es bastante campera y bien norteña, y hay que admitir que tiene su encanto pendenciero.
"Che loco, venimos a comer un asado tranqui y vos ya estás agitando el poncho por el partido, calmate antes de que terminemos todos a las piñas en el patio."