En Mérida se usa achocopar para decir que alguien se queda frío, pasmado o medio paralizado por una sorpresa o un susto inesperado. Es ese momento en que el cerebro hace cortocircuito y uno se queda como estatua, sin saber si reír, correr o fingir que nada pasó. Y la verdad, la palabra suena tan rara que ya da risa sola.
"Íbamos en la buseta tranquilos y de repente se montó mi ex con el nuevo novio, yo quedé todo achocopado, ni supe si saludar o tirarme por la ventana."