Se dice cuando algo te da un susto o una impresión bien fuerte, de esas que te dejan helado y con el cuerpo tenso, como si se te abriera la piel. Va más por el lado del miedo, el asco o el impacto, no tanto de sorpresa bonita. Suena dramática y bien gráfica, y por eso pega duro.
"Se fue la luz en la casa y sonó un golpe en el patio, neta se me abrieron las carnes y hasta el perro se escondió abajo de la cama."