Expresión chilena para decir que siempre es buen momento para tomarse un pisco, sin importar la hora real. Se usa en tono relajado y medio chistoso para justificar un brindis improvisado con los amigos o la familia. Básicamente es la excusa perfecta para destapar la botella y hacerse el loco con el reloj.
"Oye, si igual estamos sin hacer ni una, prendamos la parrilla y destapemos la botella, si ya es la hora del pisco, ¿o no?"