En México se usa para decir que algo está muy fácil, que se logró sin esfuerzo o que se acepta con entusiasmo. También puede ser una forma muy coloquial de decir que sí, con ganas y buen rollo. Es vulgar pero muy común en la calle, y hay que admitir que tiene su gracia cuando se suelta en el momento justo.
"—Oye, ¿armamos la carnita asada el sábado con chelas y todo el rollo? —A huevo, yo pongo la carne y tú te rifas con la salsa bien picosa."