Expresión usada para describir un día o una situación tan irrelevante y aburrida que sientes que solo perdiste el tiempo. Es como cuando todo sale meh, nada destaca y al final piensas que pudiste haberte quedado en cama. Muy de queja cotidiana, pero con su gracia amarga incluida.
"Hermano, fui a la reunión esa del trabajo y fue un vil paso, ni café decente había y al final no decidieron ni michi."