Expresión usada en Monagas para hablar de alguien que está gozando tanto que casi tiembla de emoción. Se usa cuando la persona está metida de lleno en la rumba, el vacile o cualquier plan divertido y no quiere que se acabe. Es como decir que anda encendido, disfrutando cada segundo, y la verdad es que suena sabroso.
"Chamo, anoche en la fiesta del barrio estabas vibrando el hueso con ese reguetón viejo, ni el apagón te bajó la nota."