Se usa en Tierra del Fuego para hablar de ese mini verano tímido en el que el clima pasa de pingüinos con bufanda a uh, mirá, quince grados y sin tanto viento asesino. Dura poco, pero se celebra como si fuera el Caribe. Y la verdad, con lo que se sufre el frío allá abajo, se entiende perfectamente.
"Aprovechá el veranito fueguino y armemos un asado con los pibes en la costa antes de que vuelva la nevada y nos quedemos encerrados tomando mate todo el día."