En Tierra del Fuego se usa para decir que la noche se alargó tanto que no solo no fuiste a dormir, sino que te pilló el amanecer todavía de juerga. Puede ser después de un asado eterno, un boliche que no cierra nunca o una previa que se fue de las manos. Y hay que admitir que tiene un toque romántico y destroyer a la vez.
"Íbamos a tomar un par de birras tranqui y terminamos tan manija que salimos del boliche directo a ver el amanecer en la costanera, hechos bolsa pero felices."