Verbo de invención popular que se usa para decir que alguien se pone a charlar largo y tendido, casi sin respirar, sobre todo cuando hay chismes frescos y quilombos nuevos. Es esa charla eterna de vereda o de patio cordobés donde se mezcla el mate, el salseo y las risas. Y la verdad, cuando se tramulla bien, el tiempo vuela.
"Che, nos juntamos a tomar unos mates tranqui y terminamos tramullando hasta las tres de la mañana sobre el laburo, los ex, los cuernos del vecino y el quilombo épico del grupo de WhatsApp del barrio"