Se usa para hablar de alguien que vive la vida a tope pero con cabeza, como un torrente de buen rollo que nunca se desmadra del todo. Es esa persona que se apunta a todas, disfruta como nadie, reparte alegría por donde pasa y aun así al día siguiente está fresca como una lechuga. Un poco envidia sana sí que da.

"Mira la Marta, anoche cerró el pub, hoy se ha ido a la mascletà y aún tiene ganas de paella y tardeo, esa tía es una torrentina de manual."

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