Expresión usada para hablar de la odisea diaria de cruzar o manejar en el tráfico arequipeño, que suele ser caótico, ruidoso y lleno de carros que se meten sin avisar. Es como ser torero pero con taxis, combis y camiones que aparecen de la nada. Y la verdad, a veces sí parece deporte extremo urbano.
"Hermano, hoy para llegar al centro he tenido que torear el tráfico en la avenida Ejército, casi me atropella una combi y un taxi se me cruzó como si fuera dueño de la pista."