Se usa cuando alguien manda una cagada épica, dice una burrada o mete la pata tan fuerte que todos se quedan con cara de acelga. Viene de la idea de quedar con cara de verdura, medio duro y descolocado, después de decir algo cualquiera. Es de esas expresiones que duelen un poco, pero hacen reír a todo el grupo.
"En la facu la profe preguntó quién escribió el Martín Fierro y el flaco del fondo tiró que fue Borges, se tiró un verdazo tan grande que hasta el portero se rió desde el pasillo"