En Miranda se usa para hablar de gente que se la pasa rajando de los demás, criticando feo y metiendo veneno cuando la persona no está presente. Es como armar chisme con mala leche, cortando reputaciones a punta de lengua afilada. No es solo chismosear, es hacerlo con saña, y la verdad es que abunda más de lo que uno quisiera.
"En el cafetín del trabajo se la pasan tijereando a todo el mundo, mejor no cuentes nada ahí porque después sales más cortado que billete viejo."