Se usa para hablar del compa al que le dices algo y le entra por un oído y le sale por el otro, como si trajera la oreja de madera. Le adviertes, le aconsejas, le ruegas, y el vato ni en cuenta. Es como decir que es bien necio y que no aprende ni a golpes, aunque a veces da risa lo terco que puede ser.
"A la Yuli le dijimos que no volviera con el tóxico ese, pero tiene oreja de palo la morra y ahí anda otra vez llorando en el Whats con que ahora sí va a cambiar"