Se usa cuando alguien está tan enojado que se le nota hasta en la cara, como si le fuera a explotar una vena en la frente. Es rabia intensa, de esa que te deja rojo, apretando los dientes y hablando cortado. Básicamente, estás a un paso de mandar todo a la cresta, así que mejor no seguir provocando.
"Cuando cachó que el vecino le chocó el auto nuevo y se hizo el leso, salió con la vena hinchada, tirando chuchadas que se escuchaban en toda la cuadra."