Se usa cuando alguien está saturado, con dolor de cabeza o totalmente aturdido de tanto ruido, problemas o vueltas mentales. No es solo cansancio, es esa sensación de que el coco te va a explotar de información y molestias. Vamos, que necesitas silencio, sofá y quizá una siesta urgente para volver a ser persona.
"Entre el jefe dando la chapa, los críos gritando y la vecina taladrando la pared, tengo la cabeza como un bombo, como para ponerme ahora a hacer la declaración de la renta."