Se usa cuando alguien prueba hasta dónde puede estirar una situación sin que se pudra todo. Es como ir midiendo el límite de la paciencia ajena, jugando con fuego pero con cara de yo no fui. Muy típica para hablar de gente que se hace la viva hasta que un día se come flor de reto.

"Dejá de tantear la piola con tu jefe, boludo, que el tipo ya te tiene entre ceja y ceja y el día que explote te va a mandar a freír churros sin pestañear."

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