Se usa cuando alguien se une a un grupo, carrete o plan que ya estaba armado, sin haber sido invitado formalmente, pero llega con tan buena onda que todos felices. Es como aparecer de la nada y enchufarse al lote sin drama, aportando risas, copete o lo que sea. Y seamos honestos, a veces esos son los mejores invitados.
"Íbamos a hacer un asado piola en el patio y de la nada cayó la Cata a sumar al lote con más carne, chelas y hasta parlantes, terminamos carreteando hasta que salió el sol sobre los cerros de Valpo"