En Loreto, situar no va de mapas ni coordenadas, sino de dejar a alguien plantado de la forma más fea. Es cuando quedas para algo chévere, tipo paseo en lancha o fiestita en la plaza, y la otra persona simplemente no aparece. Es como un plantón con sabor amazónico, y sí, duele pero igual da risa contarlo después.
"Hermana, ese pata me volvió a situar, ya estaba con mi shortcito y bloqueador lista para el paseo en lancha y el muy rochito ni se asomó al malecón"