Se usa para hablar de alguien muy poco serio, que va de bocas, promete mil cosas y luego nada de nada. También vale para esa peña que vive en su mundo, siempre llegando tarde a todo y montando películas. No es un insulto brutal, pero sí un buen toque de atención. Y hay que admitir que suena bastante gracioso.
"Tía, no quedes con Javi para mudarte, que es un cantamañanas, al final se queda dormido y te deja cargando cajas con tu abuela."