Se usa para hablar del que siempre llega al final, el que va al último en la fila y nunca alcanza nada bueno. Es como decir que siempre le tocan las sobras, que va arrastrado y rezagado en todo. Suena gracioso, pero también es un pequeño jalón de orejas para que se apure un poquito.
"Cuando reparten anticuchos en la fiesta, el Chato siempre es el ultimito rabo de camello y solo alcanza el palito más seco, ya ni ají le queda al pobre."