Se usa para decir que alguien es un ladrón, un tipo que vive afanando o que tiene pinta de que te va a vaciar los bolsillos en cualquier momento. También puede ir en plan exageración para señalar a alguien muy ventajero o caradura. Es bien porteña la cosa y suena fuerte, pero hay que admitir que tiene su gracia.
"No le prestes la tarjeta a ese flaco, boludo, que es alto chorro, te la deja en cero y encima te dice que fue el banco."