Suele usarse como parte de la expresión completa Salió de Málaga y se metió en Malagón, para decir que alguien ha pasado de un problema a otro peor. A veces se acorta a Salió de Málaga cuando ya se sobreentiende el resto.
"Pensábamos que cambiando de proveedor se arreglaba todo y al final salió de Málaga: ahora tenemos más retrasos, más broncas y el jefe echando humo."