En el Chaco se usa salar para decir que arruinaste algo por completo, ya sea una comida, una salida o una charla que venía joya. Viene de pasarse con la sal y dejar la comida incomible, pero se aplica a cualquier situación que se va al carajo por una decisión mala. Y sí, duele cuando lo salás vos mismo.
"Che, Carlos, invitaste a tu ex y salaste el asado, la juntada y hasta las ganas de seguir tomando tereré, sos un peligro con patas."
En Mendoza se usa para decir que alguien está mufando algo, como tirándole mala suerte a un plan o a una situación. Es cuando abrís la boca antes de tiempo y todos te miran feo porque sentís que lo vas a arruinar. No tiene nada que ver con la cocina, aunque a veces sala más que cualquier salero.
"Che, no digas que ya ligaste laburo fijo, no lo salés que después te llaman solo para reemplazo y te querés matar."