Se usa en Monagas para decir que uno va a llegar a una rumba con todo, sin guardarse nada, a prender el ambiente y dejar a todo el mundo loco. Es como prometer que la fiesta no va a ser normalita, sino una vaina épica. Y cuando alguien dice eso, más vale que cumpla, porque la expectativa queda alta.
"Papi, alístate que hoy vamos a reventar el monte en la rumba de la playa, hasta los vecinos van a pedir tregua, chamo."