Expresión muy coloquial para hablar de tener relaciones sexuales de forma divertida y un poco picante. La imagen es la de la cama sonando porque la cosa se puso intensa y el catre no da abasto. Se usa entre amigos con confianza, casi siempre en tono de chisme o vacile, y hay que admitir que la metáfora tiene su gracia.
"Parce, vi a Laura salir del bar con ese man y fijo se fueron a rechinar el catre hasta que los vecinos empezaron a golpear la pared del puro escándalo"