Se usa para decir que algo pasa muy de vez en cuando, casi nunca, como las lluvias en el desierto piurano. Cuando alguien suelta raras veces suele ser porque ha pasado algo tan improbable que casi parece milagro. Es una forma medio irónica de remarcar lo excepcional del momento, con su toquecito dramático y todo.
"Ayer el mototaxi llegó a la hora exacta, raras veces pasa eso en Piura, parecía milagro en plena garúa de verano."