En Colombia se usa para hablar de un momento de locura pasajera, un impulso raro que te agarra de sorpresa y te hace hacer algo sin pensarlo mucho. Puede ser algo creativo, una compra absurda o una decisión medio kamikaze. Es como si se te fuera el cable por un rato, aunque a veces hasta sale bien y todo.
"Parce, me dio un rapto y terminé tiñéndome el pelo de verde fosforescente antes de la reunión con el jefe, ahora sí quedé embalado."