Expresión porteña usada cuando alguien queda tan impactado que se queda tieso, sin poder reaccionar ni articular palabra. Puede ser por susto, sorpresa brígida o una revelación que te deja la mente en blanco. Es como quedarse blanco, pero con ese toque de Valpo que mezcla drama, humor y cara de póker máxima.
"Cuando vio al profe del colegio bailando reggaetón en la micro, el cabro se quedó plomo, ni supo si reírse, grabar o tirarse por la ventana del susto."