Es una mezcla sabrosa entre jerga venezolana y mexicana. Se usa cuando algo te parece increíblemente bueno, sorprendente o demasiado chévere, como para quedarse loco. Suena medio novelero, medio pana internacional, y por eso tiene su encanto. No es muy formal que digamos, pero para celebrar buenas noticias entra como arepita caliente.
"Marico, me llamaron de la nada y quedé en la serie esa de Netflix, qué vaina tan padre, voy a salir más que el logo de la plataforma."