Expresión típica para quejarse de algo o alguien que cansa, aburre o molesta, como si fuera una carga encima todo el día. Se suelta cuando ya estás saturado de la misma cantaleta o del mismo personaje intenso. Es como decir qué fastidio, pero con más sabor costeño y un puntito de drama que siempre viene bien.
"Ese pana otra vez con el mismo chisme del ex, en plena playa de Arapito con la música a todo volumen, y yo pensando por dentro qué peso, vale, déjame disfrutar la brisa un ratico."