Se usa para decir que alguien se ha emborrachado muchísimo, que va doblado y no se tiene en pie. Es como decir que lo han rebozado en alcohol y lo han dejado listo para servir. Muy de noches largas, ferias, romerías y fiestas donde se te va la mano con los cubatas, aunque luego vengan los lamentos.

"Quillo, anoche en la caseta te pusiste frito como un plato, acabaste cantando sevillanas con el guardia de seguridad y abrazado a la farola del real"

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