Se usa para decir que alguien se está cabreando fuerte, que la rabia le va subiendo poco a poco hasta que parece que va a explotar. Es como comparar a la persona con una olla en el fuego, que empieza tranquila y termina echando vapor por todos lados. Muy útil cuando alguien pierde la paciencia de golpe.
"Mi mamá se puso a hervir cuando vio que dejé el carro sin gasolina otra vez y me soltó un sermón que se escuchó hasta en la otra cuadra"