Se usa para hablar de alguien que es nuevo en algo, que anda bien perdido y no sabe ni por dónde empezar. Es como verlo caminar todo torpe, sin mañas, sin colmillo, casi casi pidiendo mapa. Suele decirse con carrilla pero también con un poco de ternura, porque todos fuimos pollo sin plumas alguna vez.
"Al nuevo del jale lo mandaron a hacer un trámite al centro y regresó todo espantado, bien pollo sin plumas, ni supo qué camión agarrar para venirse de vuelta."