Se usa en Antofagasta para decir que algo es de mala calidad, medio ordinario o derechamente penca. Es ese producto que parecía oferta soñada y al final salió más malo que abrazo de suegra. Sirve para cosas, lugares o incluso servicios que no cumplen nada de lo que prometían.
"Fui todo iluso a comprar zapatillas baratas en el centro de Antofa y me traje unas pichiruchi que se desarmaron antes de llegar a la micro, quedé más estafado que turista en la feria."