En Panamá se le dice fábrica de palos a la persona que siempre está inventando cuentos, excusas y mentiras medio locas para zafarse de todo. Es ese man que nunca te dice la verdad completa y cada día se saca una historia nueva del bolsillo. La expresión suena graciosa, pero también deja claro que no es alguien muy confiable.
"Ey, no le creas a Roberto, ese man es una fábrica de palos, ayer juró que llegó tarde porque un perezoso se le atravesó en la carretera y tuvo que escoltarlo hasta el monte"