Se usa cuando alguien se pone a llorar o se le humedecen los ojos y quiere disimular diciendo que está picando cebolla. También se ocupa para tirar la talla cuando alguien anda medio sensible o con la lágrima fácil. Es una forma de reírse un poco del drama, porque llorar igual hace bien, pero cuesta admitirlo.
"La Dani juraba que no le afectaba el quiebre con el pololo, pero llegó a la pega con los ojos rojos diciendo que se quedó hasta tarde picando la cebolla viendo videos de perritos."