En Castilla y León se usa perrusco para hablar de una tarea o situación que se suponía fácil pero se está poniendo tozuda y pesada. Es como cuando algo se atraganta y no sale ni a la de tres. No es drama máximo, pero sí un buen marroncillo inesperado que te complica la tarde más de lo que debería.
"Iba a montar la estantería en media hora y llevo tres, tornillos perdidos y la tabla al revés, menudo perrusco me he buscado por hacerme el manitas."