En Los Ríos se dice pelarle el diente cuando alguien come rapidísimo y con unas ganas tremendas, casi sin masticar ni saborear nada. Es como atacar el plato con tanta hambre que parece que los dientes van a toda máquina. Suena exagerado, pero justo por eso hace gracia y pinta perfecto la escena del tragón profesional.
"Ñaño, ese man cayó con un filo brutal y en un abrir y cerrar de ojos ya le había pelado el diente al seco de gallina, ni las cebollas vieron venir ese ataque."